El estado de Barrenetxea ha mejorado y se ha convertido en un nuevo jugador destacado en la posición de alero

Ander Barrenetxea está viviendo una de sus mejores etapas como jugador de la Real Sociedad. Tras una serie de temporadas marcadas por lesiones e irregularidad, el extremo donostiarra ha recuperado la confianza, la forma física y la chispa que lo caracteriza. Su capacidad para desbordar por banda, encarar rivales y generar peligro constante ha sido un soplo de aire fresco para el ataque del equipo. Esta notable evolución ha despertado un renovado entusiasmo entre la afición, que cada vez con más frecuencia busca una camiseta real sociedad barata con su nombre en la espalda.


El técnico Imanol Alguacil ha sabido darle minutos progresivamente, respetando su proceso de recuperación, hasta encontrar en él a un titular fiable. Barrenetxea ha respondido con actuaciones vibrantes, aportando goles, asistencias y un constante desequilibrio en el frente ofensivo. Su agilidad, técnica en el uno contra uno y visión de juego lo han convertido en una de las armas principales del equipo por la banda izquierda.
Lo que más ha llamado la atención en esta nueva etapa es su madurez. Ya no es solo un jugador talentoso que brilla por momentos, sino un elemento con peso táctico dentro del sistema. Participa en las transiciones, colabora defensivamente y toma decisiones más inteligentes con el balón. Además, su química con compañeros como Kubo o Merino ha hecho que las jugadas de ataque fluyan con mayor naturalidad.
En los partidos más exigentes, Barrenetxea ha mostrado personalidad y liderazgo. Su gol ante el Athletic Club en el derbi vasco fue un ejemplo claro de su calidad y determinación. Jugadas como esa reafirman su importancia dentro del plantel y consolidan su estatus como una de las figuras emergentes del fútbol español.
La afición valora no solo su rendimiento actual, sino también su historia con el club. Formado en Zubieta, representa el espíritu local que tanto caracteriza a la Real Sociedad. Su regreso al máximo nivel es también un triunfo para la cantera y una señal positiva de que el proyecto del club sigue en marcha con jóvenes talentos.
El rendimiento de Barrenetxea también ha despertado el interés de la prensa nacional, que ya lo perfila como posible convocado para futuras citas con la selección española. Si mantiene esta línea ascendente, no cabe duda de que tendrá un lugar importante en el panorama del fútbol europeo en los próximos años.
En definitiva, Barrenetxea se ha reinventado como futbolista. Su nuevo rol protagónico no solo ha enriquecido el juego de la Real Sociedad, sino que también lo ha consolidado como un símbolo de superación. Y mientras sus actuaciones siguen brillando, los seguidores del club encuentran en él una figura digna de portar con orgullo una supervigo camisetas réplicas de fútbol que simboliza la nueva era del equipo vasco.