La única diferencia entre ambas, más allá de un parche con el escudo del club y otro con el logo de la Liga de Fútbol Profesional, eran los 60 euros que las separaban en el precio de venta al público. “Durante el encuentro, sucedió algo increíble: TODO EL PAÍS SE PUSO LAS GAFAS DE MEGAN. El comentario ha dado lugar a que la propia pareja de Rapinoe, la jugadora de baloncesto Sue Bird, escribiera una carta defendiendo a su chica, contando sus sentimientos frente al asunto, y poniendo en valor cómo el éxito cosechado por la jugadora durante el Mundial, que la consagra como “superestrella gay”, ha ayudado a dar visibilidad al colectivo.