Mota subraya que, a diferencia de lo que más tarde sería el sindicalismo vertical franquista, los «libres» sí practicaron auténticas movilizaciones y huelgas, es decir, sindicalismo real en defensa de las condiciones de los trabajadores, aunque acabaron degenerando entre acusaciones de pistolerismo. Mota subraya cómo en España, a pesar de los intentos del falangismo, no llegó a prender el fenómeno de un traspaso significativo de sindicalistas revolucionarios al fascismo, chaqueta real madrid como sí ocurrió en Italia y Francia.