En esta instancia se encontró con el rival de toda la vida, River Plate, luego de 10 años en competencias internacionales. Luego de ocho encuentros, Boca le ganó a River Plate en los dos partidos. En el segundo superclásico, los xeneizes aplastaron a River Plate por 5:0, convirtiéndose en la mayor goleada en la era profesional en amistosos de verano. El club de la ribera terminó el semestre perdiendo la punta, el invicto y eliminado del torneo continental, que era el gran objetivo del semestre y por el que la dirigencia invirtió millones en refuerzos para obtenerla.