En la misma temporada, el Liverpool venció al Barcelona en la semifinal de la Copa Europea de la UEFA, lo que les preparó una final contra el FC Brujas. En el partido final de la temporada contra Wolves el Liverpool estaba a un gol para alzarse con el título a falta de catorce minutos. Kevin Keegan, John Toshack y Ray Kennedy se pusieron las pilas y anotaron los goles que trajeron un noveno título de liga para Anfield.