Se convirtió en el principal accionista de la Cultural Leonesa, donde prometió grandes talentos juveniles y la inversión de entre 100.000 y 200.000 euros en el club a cambio de controlar el filial. Para colmo, la Cultural solo sacó 5.000 euros limpios, ya que mantener la cantera le sale por 10.000 euros anuales. Fue tan ominoso que se puede comprobar en el vídeo inferior cómo la defensa alicantina casi renuncia a parar los ataques del Barcelona durante la primera parte.